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Intereses de Tarjetas de crédito vs. Intereses de Préstamo personal: ¿Cómo funciona esto?

Así que, ¿está interesado en hablar sobre los intereses? Dejándonos de chistes malos, el interés es un tema complicado para muchos. Se supone que debemos preocuparnos por ello, pero no estamos completamente seguros del porqué. El hecho es que el interés, al igual que el oxígeno y los videos de gatos adorables, está en todas partes. Las tasas de interés influyen en el rendimiento de sus ahorros, en el rendimiento general de muchas inversiones y, más particularmente para el tema de hoy, el costo de pedir dinero prestado.

A simple vista, las tarjetas de crédito y los préstamos personales tienen más en común que ofrecer una forma de pedir fondos prestados. En ambos acuerdos, de tarjetas de crédito y de préstamos, se le ofrecerá dinero a una tasa de interés específica, tendrá pagos mensuales que consideran tanto el monto original del préstamo como el interés acumulado, incurrirá en cargos por pagos atrasados y se encontrará con los límites de monto, requisitos de evaluación de riesgo, y más. 

Tomado al pie de la letra, pareciera que los préstamos personales y las tarjetas de crédito son prácticamente lo mismo. Sin embargo, ahondando un poco más se descubre algo de interés (lo sentimos, ¡era inevitable!)

¿Es el interés del préstamo personal el mismo que el de la tarjeta de crédito?

¿La respuesta corta? ¡No! ¿La respuesta larga? Aunque parecen similares, la clave para diferenciarlos es entender la diferencia entre las tasas de interés simples y compuestas.

Interés simple

El interés simple es, bueno, simple. Es un porcentaje predeterminado por un prestamista que considera el monto inicial (o principal) de un préstamo y cuánto tiempo tiene para amortizarlo (esto es, el período de amortización). El interés simple es el tipo de interés que se ve en la mayoría de los préstamos personales.

Interés compuesto

El interés compuesto también está denominado acertadamente. Esencialmente, puede pensar en el interés compuesto como “interés encima de interés”. Este es el tipo de interés que tiene la mayoría de las tarjetas de crédito. Así es como funciona: cuando su tarjeta adquiere saldo por primera vez, se aplica un porcentaje inicial a ese monto. Luego, se le añade interés adicional al monto de interés acumulado previamente de manera recurrente y diaria. Cuanto más tiempo tarde en pagar, más aumentará su saldo a medida que los intereses comiencen a acumularse.

Entonces, ¿eso es todo?

A nivel básico, la diferencia entre el interés de las tarjetas de crédito y el interés del préstamo personal puede reducirse a la diferencia entre el interés compuesto y el interés simple. Antes de decidir cuál es el adecuado para usted, sin embargo, hay otros diversos factores que influyen en las tasas de interés de ambos y necesitan ser discutidos.

El interés de las tarjetas de crédito

La diferencia más significative entre el interés de una tarjeta de crédito y el interés de un préstamo personal es que, técnicamente, no es necesario pagar el interés de la tarjeta de crédito en absoluto. ¡Sí, leyó correctamente! Por supuesto, esto depende de que el tarjetahabiente pague completamente su saldo mensual a tiempo, pero al hacer esto el resultado es que no se le cargan intereses sobre el saldo de la cuenta en primer lugar.

En un mundo perfecto, todos podrían pagar el saldo de la tarjeta de crédito de una vez. Pero en realidad, muchos tarjetahabientes no estarán en condición financiera para pagar el saldo completo entre la fecha de publicación del estado de cuenta y la fecha de vencimiento. Esto quiere decir que se le aplicará el interés compuesto al saldo original. Una vez que esto suceda, tendría que pagar la totalidad del nuevo saldo para evitar acumular más intereses.

Es importante tener en cuenta también que las diferentes transacciones con tarjetas de crédito, como transferencias de saldo, anticipos de efectivo y compras, pueden estar sujetas a sus propias tasas de interés.

El interés de un préstamo personal

Cuando alguien acumula un saldo en una tarjeta de crédito, puede haber un margen de maniobra en cuanto a la forma de pagarlo. Mientras que un préstamo personal está mucho más estructurado en lo que respecta al reembolso. Después de que un solicitante es aprobado para un préstamo personal, el prestamista le brinda un plan de pago preestablecido. Este plan toma la forma de cuotas mensuales que se pagarán cada mes por la duración (o plazo) del préstamo.

Aquí es donde el interés entra en juego: Para la mayoría de los préstamos personales, el interés (además de otras tarifas y cargos) se calcula como una tasa de porcentaje anual (APR). La APR se le aplica al monto inicial del préstamo. El número resultante representa el monto general que el prestatario le pagará al prestamista. Luego, esta cifra se divide entre el plazo del préstamo, lo cual resulta en las cuotas mensuales que mencionamos anteriormente.

Las buenas nuevas es que la mayoría de las APR de los préstamos personales no cambiarán durante el plazo del préstamo. Esta tasa fija significa que los pagos mensuales siempre serán predecibles y fáciles de manejar. Adicionalmente, el interés se calcula y se aplica solo una vez al saldo del préstamo, justo al inicio del proceso del préstamo, en vez de diariamente, como el interés de las tarjetas de crédito.

¿Qué es lo adecuado para mí?

Las tarjetas de crédito y los préstamos personales usualmente se utilizan por distintas razones, y, en consecuencia, los intereses funcionan de manera diferente en cada caso. Dependiendo de su situación financiera e historial crediticio, pudiera encontrar un préstamo personal con una tasa de interés más baja que la de una tarjeta de crédito. Pero antes de firmar en la línea punteada, asegúrese de conocer todos los detalles de su préstamo o tarjeta de crédito. En particular, preste atención a:

  1. Cómo se determina la tasa de interés
  2. Qué tarifas y cargos ocultos se incluyen
  3. Cuáles son las consecuencias de no hacer un pago mensual

En última instancia, cualquier opción que seleccione debería ajustarse mejor a sus necesidades financieras únicas, ayudarlo a alcanzar sus objetivos y, sobre todo, despertar su interés (es la última, ¡lo prometo!).

Si necesita apoyo adicional para elegir entre una tarjeta de crédito y un préstamo personal, ¡Credit Direct está aquí para ayudarlo! Bien sea que vaya a comprar un nuevo automóvil, remodelar su casa, pagar una factura inesperada o consolidar una deuda, nuestros agentes de préstamos pueden ayudarlo a determinar el camino adecuado a sus necesidades. Y, como beneficio adicional, Credit Direct le permite ver ofertas de préstamos personalizadas antes de aceptar una,  brindándole todo lo necesario para tomar una decisión informada. Verifique su tasa en minutos, ¡sin afectar su puntaje crediticio!

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